martes, 11 de agosto de 2009

Requiem a la vida.


Réquiem a la vida
Camino entre la arena
Piso el húmedo de las veredas,
Busko entre la gente esa mirada,
Ella está lejos, esta distante.
Camino y solo hallo más gente, más no encuentro su sonrisa
Aquella que llena mis vacíos,
Hoy solo llena los vacios en los que me encuentro.
Me mezclo entre hedores algunos nauseabundos
Y sigo caminando y llegó a esa Plaza Mayor
Donde aun conviven bricheros, pastrulos
Y cuanto humano avispado de poder
Se enrumban a ese lugar lleno de detalles barrocos.
Entre las bancas hallo al vendedor de ilusiones
Ahora es un gran mercante, vende esperanzas.
Decido comprarle la más cara, me afirma que se ha acabado
Es un bien esquivo que todos anhelan adquirir.
La lluvia empieza a caer y el vendedor se marcha.
Aun camino por ese cercado ajeno al resto
Y entre más gente solo logro confundirme,
Esos pazos casi inertes
Huellas endebles, frágiles
No espero más…
II
Casi al final de plaza
Encuentro aquella sonrisa
Muy cerca de un centinela que vestido de barney
Resguarda atento sus gestos
Su boca cerrada;
Su mirada penetrante; que
Asusta los mortales que a mí solo me enternece.
Andaba en deseos de encontrarlo
Y cerca al Rimac
Por donde nunca andamos
su mirada alegre se cruzó
Y los deseos de seguirla surgen,
Aunque debajo del puente
El humo de los pasteleros anucia
El límite de lo prohibido
Y como guerrero de contrucción
Me lanzo sobre esos dragones
Que echan humo, humo bendito,
Que cierran mis ojos
Sus ojos…
Me escapo de entre los vidrios
Que regados en silencio se alejan con su voz
Que con la brisa de invierno
Se alejan, se marchan
…Te fuiste…¿apareciste? ¿Fue cierto?...
Solo ese centinela
Vestido de Barney
Y de noche con su rifle en mano y
Mi corazón encementado
Se marchitan como ahora que la pienso y recuerdo.
III
Abrigarme en tu tumba saqueada
deseo aunque el sueño sea aterrador.
Y abrigarme en tu tumba
Y aunque si resucites
Solo quisiera que solo sea hoy…
Si naciste o moriste solo deseo ser yo
Quien ocupe ese lugar…
la vida resulta miserable
aunque camine en la avenida
que entre dulces y tabaco
tatuajes y cabinas
sigo viendo que la vida
no es estar encadenada
aunque me ilumina las luciérnagas
y se desgarre la sangre intoxicada
y los ojos rojos asesinados por el canabis que emana Kilca
solo deseo escuchar tu voz…
quemarme con tu recuerdo inerte
y si el viento que rebasa,
me lleve con esa estrella lejana
que se cierra con tu mirada
y se abre cuando te evoco.
III
Me regalaste la felicidad
Y confundido dejé marcharte
Solo el sueño me aclaró que serías grande
¿Cuanta suerte esperaré llegar?
Salteroms espinos? surcaremos de prisa?
¿Cuánto silencio tendré que surcar?
¿Cuántas vidas pasarán?
Antes que te deje de pensar, buscar, llamar, recodar olvidar…
IV
El aire que ingresa a los pulmones
Del hombre que confundido entre el polvo
La tierra, la grasa, los papeles, las tizas, ese bendito
Pedazo de cuerpo que débil sobrevive
Y es difícil hacerlo-sobrevivir- en medio
De asesinos, conductores, ladrones, políticos, policías…
Aquellos pulmones que gastos por el tabaco y el smock
Hoy solo logran despertar preocupaciones
Que solo aterrorizan, preocupan,
Aún asi, en la noche del averno
Las plumas de tu velo se caen, cerca al ocaso de la vida
Muy cerca al hoyo de cuerpo
Muy cerca al principio de tu existencia,


Un día después de la partida de César…
Primavera del año siete

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