viernes, 28 de agosto de 2009

Cuando mensajear: es la conFUSIÓN.

Otoño del año nueve, cielo extramadamente gris, las calles polvorientas y una autopista sucia y en remodelamiento. La gente se desplaza presurosas a sus centros de trabajo, algunos menos presurosos toman su "desayuno al paso" que en el cuatro algunos comerciantes han ocupado y frente a ellos un viejo puesto de periódicos es inundado de escolares, secretarias rodeados de mototaxistas y fumekes que boleteados aún siguen en este paradero que es la entrada a un mercado muy popular por donde discurren simples y mortales.


Dos paraderos más abajo-exactamente en el dos y medio- existe un lugar , recien lo he conocido. De entre todas los individuos que habitan este mágico espacio hay seres sumamente extravagantes, algunos son una mezcla de humano y otros son simplemente seres que viven por vivir. Comparto las primeras semanas rodeados de ellos, de ellas y de celosos centinelas, en su mayoría féminas, muy atentas, muy sonrientes, muy rectas y bien casadas o comprometidas. Hay dos aprendices , aún no pasan los veinte, son guapas-una más que la otra-extravertidas, extramadamente versátiles, y una de ellas me inspira menos confianza que la otra no la conosco, no deseo ni me importa conocerla, es inncesario.


Han pasado semanas y he entablado comunicación con una de ellas, solemos escribir saludos, cuestionamientos, nos despedimos, nos volvemos a saludar cada mañana religiosamente, me he dado cuenta que su aprendizaje en esos pasillos fríos y humedos son de verdadera convicción, sube y baja todos los días siempre con una sonrisa característica de ella, solo de ella, verdaderamente de ella. Existen algunos "choclos" muy divertidos, pero tambien "chichidadas", "megaboxis" y "bexi bexi" todos ellos muy extravangantes, fieles a su estilo muy urbanos, muy comics, muy skaters, muy emos, muy punk, seudo punks, en fin, son ellos; una especia que cada día logra sorprenderme más.


Después de dos meses me sorprende mensajear como adicto, tecleo, tecleo... tecleo de día, de noche, de madrugada, y sigo tecleando; he comprado muchas tarjetas,más que antes, y sigo tecleando, de día, de noche, de lunes a sábado, continúo los domingo inclusive los feriados, tecleo desde cualquier lugar: la combi, los chinos, el baño, la biblioteca, mi cama, el paradero de todos lados pero tecleo sin importarme nada, por que sé que lo ago sin interés alguno, no espero nada a cambio.

Continuará... Sí lo cometas . Claro está.









martes, 25 de agosto de 2009

lunes, 24 de agosto de 2009

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